El teatro.


La cuarta pared de lo onírico


 
 Poco a poco abrí los ojos y me encontraba actuando en un gran anfiteatro, tenía un traje bastante formal y pude notar en ese teatro que habían cientos de actores como yo, moviéndose según dictaba su corazón, no su mente, y siendo este dictamen en si mismo una obra de determinismo, un guion pre-establecido.
 Mediante la obra seguía avanzando y mi cuerpo moviéndose, mi psiquis se encontraba en otro lugar, divagando sobre libertades nunca antes contempladas ante estos ojos, o asimismo, ante esta mente. Buscaba la manera de poder librarme, de poder ir, relajarme y pensar; ¿Qué hago aquí?


Antes de darme cuenta  la consciencia me carcomió completamente, afectando mi natural actuación, contradiciendo así una hipótesis que estaba formulando de que mi cuerpo se movía con tal tranquilidad independientemente de mi.
 Sabiendo esto, no hace falta aclarar que me volví un poco más burdo y lento con las cosas que hacía, en consecuencia de haber adquirido pensamiento. Pues el razonamiento, en si, hizo que dejara de actuar de manera pasiva, y pasara a hacerlo de manera activa.
 Mi cuerpo, que actuaba sin que yo quisiera hacerlo, me dio las llaves a mi como si me estuviera diciendo "¿Despertaste?  Pasa a ser tu turno de nuevo."


Al poco tiempo de verse afectada mi actuación decidieron cambiarme por otro actor el cual simplemente se enfocaba en lo que debía; actuar.   Luego de unos abucheos desde las gradas fui retirado, y desconozco si por mi misma voluntad o por algo más: mi cuerpo simplemente se movió hasta alejarse del escenario principal, y se arrojó en una habitación donde habían varios cadáveres de presuntos actores, o quien sabe lo que eran.

 
Mientras pensaba si ese sería mi fin y también sobre en que lugar me encontraba, pude mover unos dedos por voluntad propia, luego de unos minutos ese brazo entero, y luego de unas horas las piernas... Era complicado, pero mediante más movimientos hacia, más mecanizados y fluidos los podía repetir.
 Habiendo conseguido tal hazaña debería haberme enorgullecido, pues ninguno de los demás en el escenario tenían voluntad propia, pero algo me decía que no era para festejar, sino más bien para preocuparme. ¿Por qué los demás no lo hacen? 


Acallando esa duda con un leve autoengaño noté que me entumecía un poco más, pero decidí ignorarlo. Empecé a pensar ¿Por qué estábamos en ese teatro? ¿Por qué yo era parte de esa obra sin saberlo? Y sin mediar más palabras con mi conciencia, me lance a la aventura. Escalé disimuladamente desde el escenario a las gradas, y oscura fue mi sorpresa al ver que nadie me prestó atención. Una vez que estaba ahí me quedé completamente helado, las personas, o eso parecían, eran una neblina difusa.
 


 Bajé de un salto y me metí a las instalaciones del lugar, recorriendo un sinfín de habitaciones con telones abiertos y música de violín que desconocía de dónde provenía. La desolación que sentía era inmensa, aquel lugar tan lúgubre era una pesadilla. Pero todo se veía demasiado familiar, como si yo ya hubiera estado allí, a pesar de todo el aura negativa que rodeaba ese lugar tenía que admitir algo; la arquitectura era hermosa, todo diseñado con variedades de roca y detalles dorados.
 
Al notar que mi escape no era plausible empecé a dialogar conmigo mismo; ¿Por qué mientras más consciente soy, más daño recae en mi realidad? Y en cuanto me senté nuevamente en las gradas, pude ver lo llevadero que era presenciar esa actuación macabra de los actores. Sin darme cuenta se me escaparon varias horas y volví en mí al notar que el entorno era más oscuro; estaba anocheciendo.
 

Totalmente derrotado e inmerso en mis pensamientos volví al escenario principal, me empecé a repetir que todo estaba bien.... Al hacerlo, noté mis extremidades más pesadas y entumecidas, hasta que llegó un punto en el que deje de pensar... Al abrir los ojos nuevamente vi esa habitación con esqueletos y había más que la última vez, en ese instante decidí cerrar los ojos y nunca más volver a abrirlos, aunque se sintió familiar, como si ya lo hubiera hecho ¿Antes?...



Comentarios

Entradas populares de este blog

Hombre y sociedad